Desde mi aquí

A mi amigo Julio, que nos dejó para volar, un vuelo de eternidad, una espera de paz para que en un tiempo sin determinar, un instante finito, podamos unir nuestra energía en el espacio que se expande sin fin. Y con mis ojos recordando aquel momento intenso donde te saludaron los alargados cipreses con su silencio, puse mi impronta sobre el pequeño papel de notas en que dejar constancia del sentimiento de un segundo universal.

Desde mi aquí

(A mi amigo Julio)

___________________________________

Desde mi aquí, desde tu olvido,
desde este sendero en que vivir,
en mi nimia futilidad
te envío libertad, promesas,
larga eternidad de futuros
en este universo, feraz
de tantas palabras y páginas
donde hallarás más esperanza,
una vida nueva y nueva paz,
un fundamento en la memoria
de quien te ha sabido encontrar
y perpetuará, hasta el tiempo
que se expande infinito y global,
tu historia, aún sin terminar,
un tiempo para unir las vidas
y las palabras de cada cual,
un acto de astral energía
que como un infinito quásar
unirá en su intención a todos
los seres y conocimientos,
y vidas que permaneciste
que terminarán algún día
de unirse por siempre jamás.

Manolo Madrid

Global

Nos dicen... las sombras, los rumores del río, las voces, el susurro del bosque... palabras y mentiras...

Global

Del río suben,
¡palabras, palabras, quimeras!
Vanas y hueras esperanzas,
verdes manzanas de árbol
prohibido para Adán.
Del sendero llegan
clamores de voces,
rumor de gentío
que, de antaño,
propiedad irreversible,
murmuran o gritan,
o impotentes se asfixian.
Del bosque nacen
sollozos de tiempo,
despojado fruto
para calmar la deuda
y el hambre del ego,
incontrolado aspecto,
intrínseco fuego.
Del cielo desborda
la sinrazón del miedo,
ese que te araña,
que te roe el pecho
y te roba la esperanza.
¡Qué desdicha tiene el río
y el sendero!
¡Qué vergüenza la del bosque
y la del cielo!
No si fueren agua,
tierra, árbol o nube,
que no tuvieren dueño.


Manolo Madrid
Del poemario “Palabras, sólo palabras”

Sabes

Del amor, intangible propiedad que te posee y coloca algún sutil filtro delante de tus ojos y obliga a tu mente a ver otros paraisos donde antes no hubo más que un universo gris.

Sabes

¿Sabes ángel mío
que la vida es... nada?,
es suspiro, aliento
de vela que se apaga;
es viento de palabra,
luna que le llega la mañana.
Es cómo rumor de río
que se filtra entre las cañas;
es el lejano sonido
de aquel valle su campana;
es aroma de tus labios
muy cerca de mi cara;
es aleteo, vuelo, brillo
de perseguida paloma
para caer encelada.
¿Sabes, amor mío,
que la vida se me escurre?,
como agua entre los dedos,
como el calor de la brasa;
como escapa el humo ciego
de las tejas de una casa.
¿Sabes, alma mía,
que el tiempo ya se aleja?,
como vuela aquel gorrión
de las rejas de su jaula,
como huye el hombre viejo
de las risas de la infancia.
¿Sabes, dulce amada,
que me cegó la mirada?,
aquel día en primavera
en que ardí sobre tu llama.
Luego, mis ojos fueron
esclavos de tu alma,
sin querer mirar ya nada,
gastadas las pupilas
de ver brillar tu aura,
y yermo el corazón
por presentir tu marcha.

Manolo Madrid
Del poemario “Palabras, sólo palabras”

Oración

Una súplica para quienes disponen de ese don, un regalo de la diosa Erato; una oración para que no se dejen arrastrar por aquellos que únicamente ven lo material y ponen todo su esfuerzo en sacar provecho, sin mirar a quienes viven con el corazón abierto y dejan resbalar su mirada indiferente sobre los tesoros que esta sociedad moderna pone como trampas para que los ideales se dejen comprar.

Oración
_______________

Poetas de barro y caña,
nómadas,
palabras que sois de carne
y nacisteis de madrugada.
Poetas sin ayer y sin destino,
apátridas,
canción que dice sólo
frases de humo y agua.
Poetas de hielo y de campaña,
invidentes,
palabras de flor y musgo
que sin temor engañan.
Poetas sin luna en la noche,
esquizoides,
sombras de congoja sin risa
ojos de limo sin alma.
Poetas de pólvora afilada,
políticos,
los del verbo como espada
con la semilla preparada.
Mendigos de ponzoña,
caníbales,
devoradores del dolor
que estremece tanta almohada.
Poetas de rosa y de guadaña,
araneros,
furtivos del terror, impíos,
¿porqué rompéis nuestro mañana?


Manolo Madrid
Del poemario “Palabras, sólo palabras”

Callaba la tarde

Uno de esos instantes en que parece que el alma se te despega del cuerpo y se eleva hasta el cenit, desde allí, vislumbras los jardines, desde allí hueles las rosas y los jazmines y dejas que tu mirada se embeba de la plata del Duero, que navega en su rumor, su brillo apenas roto por el reflejo de las cigüeñas y las aves nocturnas, que dan vida al paisaje. Entonces el poeta surge desde el fondo y la mano corre sola en busca de las rimas y de prerpetuar el momento, como si tratase de guardar la vida en el obturador de tu memoria.

Callaba la tarde

______________________

Callaba la tarde entre murmullos del río,
dormidas estaban las viejas campanas
por dejar en las torres el eco partido,
de tantas cigüeñas resonando su pico;
callaba la tarde mirando a la Luna
que había aparecido, en el borde del aire,
despertando del sueño para dejar ver su cara
bañarse temblando en las aguas añiles
del Duero teñido, que discurre tranquilo,
cantando en la noche su rumor muy bajito.

Callaba la tarde en el jardín del castillo,
tapando las flores, escondiendo a su niño,
dormid campanillas, petunias y rosas
que en toda la noche no habrá ningún ruido;
callaba la tarde en los campos cercanos,
para mirar sus espigas bailar con la brisa,
contentas del grano que tienen prendido,
para ver a los chopos moviendo sin prisa
sus ramas cargadas con hojas de plata
ocultando entre ellas, de pardales, el nido.

Manolo Madrid
Del poemario “Rumores del Duero”

Remordimientos

Esas ideas que aparecen para no darte tregua, como espectros ocultos en un zaguán, como aviesos inquilinos que no desean marchar y te piden atención una y otra vez, llegando entre las sombras de la noche, entre el silencio y los latidos de tu sien, pensamientos que te aceleran el pulso y no te dejan la paz, negándote el descanso que te permitiría olvidar. Un poema de los muchos que en mi poemario "Alegorías plásticas", aderezados de dibujos alusivos, se introducen en el fondo del cerebro y te recuerdan cosas que siempre quisiste dejar en el fondo del arcón, bajo la ropa con olor a alcanfor, para que no surgiese el moho y el polvo.

____________________________________________

Remordimientos

"Alegorías Plásticas poema nº 250"

---------------------------------------------

Aparecen insomnes
en el epicentro de la noche,
para arrastrarse crueles
hasta el sudor de la frente
que en la oscuridad te cubre
y hace rechinar tus dientes,
sin que sirva para algo
que ocultes temblando la cara
bajo el embozo de tela,
porque brotan de nuevo
debajo de la almohada,
y desde allí te miran
y desde allí te arañan
y notas que te ahogas
y que en tu pecho se apoyan
manos llenas de pieles
con uñas como dos garras,
hasta que llevas tus dedos
y dejas la luz dada;
pero en la noche siguiente
afloran de nuevo, impías,
viajando desde la nada
sin que sepas esquivarlas,
rebatiendo tus propósitos
de no cavilar en ellas
para emerger nuevamente
como sombras iluminadas,
sin que puedes enfrentarlas
sin poderles dar la espalda.
__________________________________

Manolo Madrid

Poemario "Alegorías Plásticas"