No quiero que me llevéis
No quiero que me llevéis
flores a la sepultura,
que mis pupilas cerradas,
ya no verán desde dentro
si la mano que las lleva
es la mano temblorosa
de alguna persona amiga.
Tampoco desde la tierra
podré ver los colores
que sus pétalos adornan,
esparciendo por el aire,
perdurando tantas horas,
los aromas que conmueven,
olores que te emocionan.
Y cuando lleguéis de visita,
para llorar por mi ausencia,
hacedlo muy despacito,
que otros que me acompañan
descansan en el silencio
y no deseo les molesten
murmullos del cementerio.
Allí, no recéis rosarios,
que de letanías y oraciones
escuchamos cada día
a todos los que recorren
los pasillos recoletos,
para aliviar sus pecados,
y acallar sus omisiones.
Y no os quedéis mucho rato,
que tampoco es necesario,
que las visitas muy largas
se me hacen muy cansadas
desde que pude apartarme
de la vida que me daban
los que ahora hacen teatro.
Luego, cuando marchéis,
después de haberme llorado,
no dejéis la puerta abierta
y cerradla con cuidado,
que con la luna llena
alguno de los durmientes
por el camino ya ha escapado.
Manolo Madrid
De mi poemario "Preguntando el camino"
Etiquetas: cementerio, Fantasías de Halloween, flores blancas, Manolo Madrid, Preguntando el camino, sepultura
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