Déjame mi locura
Dejadme vivir la locura,
ahora que me llamasteis loco
sin que supierais nunca
que el camino que seguía
juntaba sus roderas
con el sendero cuerdo
cuando llegaba a la cima.
Pero, ¿cómo sería el mundo?,
si fuese blanco el cielo,
si el suelo fuera de nieve
y los difusos paisajes
en cristal de roca tallados
por algún dios escondido;
dejadme vagar en mi cosmos
donde los locos son cuerdos,
donde los cuerdos son idos
y los campos se desvanecen
entre luces evanescentes
y sonidos de voces roncas
escondidas entre suspiros,
donde ninguna vez amanece
porque el sol nunca ha venido.
Así se me pasan las noches,
entre sombras que me acogen
y pensamientos perdidos.
Dejad que mire otros mundos
dejadme hablar con espíritus,
dejad que mis ojos vean
los rincones más oscuros,
donde anidan las ideas
que traspasaron los muros
como si fuesen taladros
que jamás hiciesen ruido.
Pasillos que se retuercen
para ir a ningún sitio,
puertas que no se abren
y escaleras sin barandillas
que protejan el precipicio,
donde asoman mis manos
para sorprender ausencias
y tomar puñados de aire
que guardaré en los bolsillos,
para respirar más tarde
cuando vuele en el vacío.
Etiquetas: ausencias, escaleras, espíritus, loco, locura, Manolo Madrid, poesía, puertas
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