PRELUDIO
Deja del río
navegando su alma,
que dentro se alojan
amorosas miradas,
sus venas son besos
diluidos en agua,
sus riberas son hierbas
que sirven de cama
y calman las fiebres
de ardores al alba,
su espejo de noche
refleja la Luna
que vuela rielando,
de oro y de plata,
al escondite jugando
entre nubes blandas.
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