Callaba el silencio
Abrí los ojos y enmudeció el silencio
y volaron los cuervos
que anidaban negros
en las grises ramas de mi pensamiento,
volaron, también, mis recuerdos,
abriendo el aire
que en la amanecida larga
se volvía tan ligero,
agitando sutiles las alas
entre sonrisas blancas
y otras tristezas frías
naciendo de mi tintero.
el rocío furtivo mojando con largos brillos
el orto disimulado que me llevaba lejos,
¡espera!,
alargué las manos
y abrí los dedos,
no atraigas luz
hasta mis ojos ciegos,
que de papel se envuelven
sílabas rotas
y poemas de sombra
curtidos de secretos.
gimieron jarcias y restallaron vientos
bailando en la noche
la danza del aire
con los pies hundidos a barlovento,
con los sueños prendidos
entre las bordas
la quilla hendiendo
la vida tan corta,
bruñendo la luna
Etiquetas: barlovento, bordas, corales, jarcias, ojos ciegos, quilla, recuerdos, rocas, silencio, tintero
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