miércoles, 27 de agosto de 2025

 

Envidia

Y colgando de la envidia,

como los pies del ahorcado

entre temblores de muerte,

colgando los escuchabas,

en labios de poetas,

de los dientes de los bardos

y poetastros que no lo son tanto

y presumen de escribir versos,

aderezar líneas con poemas

contando sus anécdotas

de tanto amor

y dolor tanto.

Y de tantos celos en flores y corazones

y miradas que se queman olvidando

y dejan sólo trochas de barro

y esquemas viudos sin rimas,

ni cadencias,

sin metáforas ardientes;

y no hablemos de tantos

que requiebran verbos

cerrando versos,

infinitivos recurrentes

para respaldar otras rimas

y cadencias imperfectas.

Que no se hacen poetas de la envidia,

ni nacen poemas en silencios de mostrador

o mesitas de terrazas y tardes de primavera;

no salen versos de cualquiera,

hasta que una mañana de lluvia

caen pensamientos de un cielo

o naciendo de la tierra

cuando se moja de nube

y despide olor intenso,

que alumbra y llena tus ojos

con un nuevo movimiento y savia nueva.

 

Manolo Madrid

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio