Envidia
Y colgando de la envidia,como los pies del ahorcado
entre temblores de muerte,
colgando los escuchabas,
en labios de poetas,
de los dientes de los bardos
y poetastros que no lo son tanto
y presumen de escribir versos,
aderezar líneas con poemas
contando sus anécdotas
de tanto amor
y dolor tanto.
Y de tantos celos en flores y corazones
y miradas que se queman olvidando
y dejan sólo trochas de barro
y esquemas viudos sin rimas,
ni cadencias,
sin metáforas ardientes;
y no hablemos de tantos
que requiebran verbos
cerrando versos,
infinitivos recurrentes
para respaldar otras rimas
y cadencias imperfectas.
Que no se hacen poetas de la envidia,
ni nacen poemas en silencios de mostrador
o mesitas de terrazas y tardes de primavera;
no salen versos de cualquiera,
hasta que una mañana de lluvia
caen pensamientos de un cielo
o naciendo de la tierra
cuando se moja de nube
y despide olor intenso,
que alumbra y llena tus ojos
con un nuevo movimiento y savia nueva.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio