Estrofa a Miguel Hernández
(Alusión a “Las nanas de la cebolla”)
Desperté de ser niño:
triste llevo la boca:
Ríete siempre,
siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Miguel
Hernández
Nunca dejé de ser niño,
Miguel,
porque huelo jazmines y azahares
cuando me acerco a puentes
del final,
con mi río de sangre al mar
muriendo.
Porque
aquellas aceñas de mi cauce
pobláronse de versos
escarchados,
entretanto las flores van
diciendo
que llegarían más risas y
besos…
Que
aún flotan los brillos en mis ojos
y recuerdan alegres
pensamientos,
como las viejas cartas del
desván,
que dicen de olor rancio,
desaliños
que escribieron lejanos otros
niños
y cerraron los labios más
cercanos.



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